Rubus
idaeus es el conocida como generalmente como la frambuesa roja, pero
también puede tener color claro. Se
encuentra difundido en estado natural en toda Europa y Asia Menor. La demanda
de este fruto va en aumento, por lo que en México ahora existen plantaciones
para abastecer tanto el mercado nacional
como de países fríos afuera de su estación. A continuación se relatan los
cuidados del suelo y en los cultivos de estos frutos.
Preparación del terreno
La preparación del terreno para una plantación
de frambueso debe comenzar por lo menos un año antes de la plantación Es
necesario reponer la fertilidad en el suelo y además es importante la presencia
de materia orgánica en forma de humus, ya sea como estiércol u algún otro tipo
de abono. Es aconsejable que pasen dos años, antes de iniciar la plantación,
para que el abono este completamente incorporado al suelo, y para obtener un
suelo de elevada retención de agua y fértil.
Es difícil precisar de las cantidades exactas
de estiércol para proveer, sin embargo es mejor tener un suelo con grandes
aportaciones de abono que un suelo con escasez del mismo. Como una medida
estándar se utiliza de 50-70 Tm de estiércol maduro por hectárea, a una
profundidad de unos 50 cm, mediante una labor profunda.
De los nutrimentos principales, nitrógeno,
fosforo y potasio (N, P, K) es muy importante incorporar los dos últimos, debido
a que son poco móviles, ya que son retenidos por coloides del terreno y
posteriormente es muy difícil que penetren al nivel de las raíces mas profundas
con el simple esparcimiento superficial. El nitrógeno, sin embargo es un
elemento móvil, que es llevado más rápido a las capas profundas con el simple
esparcimiento superficial. Pueden realizarse posteriores agregaciones de
nitrógeno en el abonado anual en superficie, siempre y cuando las plantas
muestren necesidades de dicho elemento.
Establecer
la plantación
La época más adecuada para la plantación de
cualquier especie arbórea es en el otoño, a excepción de inviernos fríos o
nevadas. El frambueso tiene un rápido crecimiento, y es posible retrasar su
plantación, hasta que las yemas se encuentren en estado quiescente, que es en
el mes de marzo.
Es importante señalar que cuando las plantas
han sido sacadas del vivero y no puedan ser trasplantadas inmediatamente, es
necesario que tengan varios cuidados. Se debe conservarlas en un ambiente resguardado, sin presencia de luz,
con las raíces tapadas con algunos centímetros de arena o serrín húmedos, para
evitar la desecación. La temperatura ambiental no debe ser demasiado elevada,
con respecto a la exterior, ya que se podría producir una brotación prematura.
Fig 1. Rubus idaeus |
La
plántula debe ser cortada unos cuantos centímetros por arriba de las raíces
durante la plantación, dejando generalmente no más de tres yemas. De esta forma
se obtendrán rebrotes más vigorosos, pero se sacrifica la posible producción del primer año.
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